He
dejado la universidad, podría haberla acabado, tener un
trabajo o al menos la carrera, pero he sido
la tonta de siempre. Podía haber aprobado los tres últimos
exámenes,¡si me los sabía! El hoyito que
se formaba en su cara al sonreír y aquellos ojos hicieron que me
olvidara de todo y no pensara
en
otra cosa ¡me odio!
Y
hasta mi madre ya había comprado mi traje de graduación...¡mi
familia estaba muy orgullosa y
contenta
por mí!¡Y la fiesta! Las chicas la estaban preparando para cuando
terminara los exámenes,
me
esperarían en la puerta de la uni y pasaríamos una tarde
genial, ¡como me hubiera gustado pasar
esa
tarde junto a ellas!
Ahora
ya no hablamos porque ¡claro! yo dejé de hablarles cuando se
enfadaron por todo lo
sucedido,
cuando se enfadaron por ver que había tirado todos mis estudios por
la ventana ¡que
imbécil!
Les tenía que haber hecho caso ¡que ciega he sido! ¡que ciega!
Ya
está, otra vez llorando ¿me creo que llorando solucionaré
algo? ¿Qué hago ahora? ¡Estoy sola!
Nadie
me habla, me ignoran ¡me odian! Todo por culpa de él ¿por qué
vino este año de
intercambio?¿No
pudo escoger otro curso? ¿No podía haberse sentado al lado de otro
compañero?
Así
no lo hubiera conocido. Si yo no hubiera pedido trasladarme a la
universidad de Cambridge con
él
ahora seguiría con mis estudios, ¡que digo! ¡Habría a acabado la
carrera! ¿Y si hubiera ido a
Cambridge?
¡No! No querría haberlo visto con ella ¡No quiero verla! ¡No
quiero conocerla!
Menos
mal que su teléfono sonó en el aeropuerto y se lo dejó en el
bolso, no sabía lo que le venía
encima...ni
yo tampoco.¡Idiota! ¡No es justo!
Esa
foto arruinó mi vida ¡la arruinó! La foto que aparecía en
la pantalla podía ser de él con
cualquier
chica, su hermana pensé que era. Pero ponía llamando “bride”.
¿Rompería el teléfono
cuando
lo tiré? ¡Él rompió mi corazón!
Marta 3ºA