miércoles, 20 de marzo de 2013

La valiente Caperucita.



    Todos los focos del plató de televisión enfocan a la pequeña Caperucita, a la que ahora todo el mundo conoce como a “la pequeña que salvó a su abuela del lobo”.
   -Caperucita, ¿te importaría contarnos la historia de nuevo?-le pregunta la periodista con una gran sonrisa.
   -Claro que no, ahora mismo os la cuento-dijo muy entusiasmada.



    Era un día muy soleado en el que todos los niños aprovechaban para salir a la calle y jugar con sus amigos.
    En una casa cercana a la plaza, una madre llama a su hija:
    -Caperucita, ¿puedes venir?
    -Un momento mamá-le contestó mientras terminaba de bajar las escaleras.
    -¿Qué quieres?
   -¿Quieres llevarle a la abuela esta cesta?-preguntó la madre algo indecisa mientras terminaba de guardar las galletas y magdalenas en esta.
   -Por su puesto que sí-respondió muy alegre.
  -Escúchame Caperucita-dijo la madre con un tono de voz preocupado-No hables con desconocidos y ni se te ocurra acercarte al lobo ¿me entiendes?
   -Sí, mamá-respondió con un tono de voz apagado.
Caperucita salió de su casa para dirigirse a casa de su abuela. Mientras caminaba, disfrutaba del cálido Sol, y pensaba que hacía un día muy agradable.
   Comienza a adentrarse en la espesura del bosque, y escucha un pequeño ruido pero lo ignora. Este vuelve a repetirse y Caperucita mueve mueve la cabeza en todas direcciones pero no ve nada. El ruido es cada vez más fuerte y Caperucita está muy asustada y piensa en volver a casa corriendo, pero en ese momento el ruido desaparece completamente.
   Aliviada, porque pensaba que era el lobo, retomó el camino para la casa de su abuelita.
  Cuando se encontraba cerca de la casa, contempló la silueta de una persona, pero poco a poco se fue acercando sigilosamente y se quedó aterrorizada cuando descubrió que no era una persona sino el lobo.
  Su instinto le dice que salga corriendo, pero por otra parte sabe que tiene que ayudar a su abuela, porque el lobo está a punto de entrar en la casa.
  Por suerte traía consigo su móvil y llamó a la perrera del pueblo.
  La perrera actuó muy bien, y atraparon al lobo sin que la abuela resultara herida, y de este modo el pueblo nunca más tuvo miedo de encontrarse con el lobo.



   -Vaya es una historia muy bonita-comentó la periodista-Me alegro de que toda tu familia esté bien y no haya resultada herida por el lobo.
  -Gracias-agregó Caperucita.
  -Bueno y esto es todo por hoy, mañana nos vemos a la misma hora con nuevas noticias actuales-dijo la periodista para finalizar el programa.